Adolfo Gómez
Adolfo era un mariachi sin rumbo el cual en una noche de serenatas se topó con Alma Hernández, quien le grito a él y a todo su grupo para que se callaran de una buena vez, para su suerte Mario escuchó el disturbio y tranquilizó a su hermana.
Adolfo arrepentido se disculpó al día siguiente y así empezaron una relación de amistad que terminaría en un matrimonio y tres hijos